Vivimos
tiempos convulsos, sobre todo en cuanto a la honradez de las personas. Bueno,
de algunas personas por llamarlas algo.
Es
generalmente la clase selecta de políticos, financieros y gente de dinero, la
que mejor se manifiesta en este aspecto, no se si porque son mas golfos que los
de abajo, o porque son los que pueden hacerlo. Esta semana el turno ha sido
para un ministro, un alcalde y un exbanquero, acompañados por una comparsa de botarates
que les hacían coro, lo que ha oscurecido al otro puñado de gentecilla de
segundo nivel que aparece cada semana. Y así llevamos bastante tiempo, con
resultados varios, que algunos están o han estado en la cárcel, y otros de
vacaciones en Ibiza.
Esta mañana
se me ha ocurrido ir al notario a formalizar en escritura pública una casa que
me hice hace varios años en un solar. La escritura que tengo es aún del solar únicamente
y las cosas hay que regularizarlas. Cuando, en la notaria, han comprobado que
estaban todos los “papeles” necesarios, muchos por cierto, se me ha ocurrido
preguntar por el coste de la operación. Solo de impuestos son mas de dos mil
euros, además de otros gastos Por supuesto, si no es por mi mujer, habría
recogido la documentación y me habría ido.
Estos días,
también estamos a vueltas con el déficit. España ha vuelto a incumplir con lo
dicho por la sacrosanta Unión Europea, el sacrosanto Fondo Monetario
Internacional y la pastelera madre de todos ellos. La conclusión es sencilla:
Vendrán nuevos recortes. Eso si, no se de donde nos van a recortar ya. Pero lo
sacrosanto es lo sacrosanto, y todos a decir amén.
Contemplados
juntos los tres aspectos de lo escrito hasta aquí, me han llevado a una
profunda reflexión. Las conclusiones que saco son:
-
A
pesar de que España va bien, el déficit se mantiene, lo que indica claramente
que, o cada vez nos exigen mas, que creo que no es el caso, o cada vez es necesario
mas dinero para que el nivel de robo se mantenga
-
Una
de las mayores desgracias que le ha ocurrido a este país, ha sido ingresar en la Unión Europea.
-
Los
impuestos por una cosa tuya, que has pagado y que solo quiero poner en un
papel, son una monstruosidad del estado de bienestar este que se dice, y que
cada vez es menos de bienestar e,
incluso, menos estado y mas banda de sinvergüenzas corruptos.
-
Los
componentes de esas clases deleznables de políticos y banqueros, entre otras
gentes de mal vivir, cada vez necesitan robar mas, y los de abajo ya no van
teniendo disponible para que puedan seguir realizando esa actividad, lo que
plantea la duda del final de todo esto.
-
Me
encantaría vivir en la Francia
de finales del XVIII y poder instalar una guillotina en la plaza Mayor para
disfrutar un poco. Nunca tendría remordimientos de conciencia por pasar por
ella a todas esas clases de gentuza, aunque no se capaz de matar a un pájaro.
-
En
tanto que pueda, juro no pagar un impuesto en mi vida, visto el fin que tienen.
Devolveré siempre en una tienda si me dan mas cambio del debido, pero, insisto,
en tanto que pueda librarme, no pagaré jamás un impuesto.
-
Hasta
ahora había considerado a la religión como la mayor lacra de la Humanidad. Cada
día más, veo que la iguala la clase política, que es tan nefasta y dañina como
la institución vaticana.
Es una pena
que mis deseos e intenciones anteriores caigan, casi con toda seguridad, en el
mundo de la ensoñación, pero juro que, si alguna vez tengo la oportunidad, haré
todo lo posible por llevarlos a feliz término.
Armando
Palacios
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