Se llamó Culto de la Razón y Culto del Ser
Supremo, a una serie de
fiestas cívicas y pseudoreligiosas, que se celebraron en Francia durante el
Terror, la fase de la Revolución
Francesa dominada por el jacobinismo en general y que se
personaliza en Robespierre. En concreto, lo del Ser Supremo era una especie de
sustitución que se hacía de dios, para que la gente pudiese dar rienda suelta a
su fervor religioso.
No voy a contar ahora, nada, o casi nada mas del Ser Supremo, que ha sido
solo un preámbulo para posicionarnos.
Un agradable día de Mayo de 1794,
los ciudadanos de París se reunieron en un parque para celebrar el día del Ser
Supremo. Maximilien de Roberpierre, jefe del Comité Nacional de Salud Pública,
iba a ser el protagonista. Un Robespierre atildado, con un traje azul cielo y
medias de seda blancas, pronunció el discurso de inicio de la festividad. Había
sido durantes esos años, la salvaguarda de los ideales de la Revolución , cuidándola
de todos los politiqueos y políticos que se habían puesto por medio, implantando
el reinado del terror que había llevado a todos esos "indeseables" a la guillotina
y había guiado sabiamente al país por entre una guerra contra austriacos y
prusianos, por lo que la gente le adoraba. Las causas de la adoración es, parece ser, porque era el típico ser encantador y seductor, que encandilaba a las
multitudes, y especialmente a las mujeres, principalmente porque vivía muy
modestamente, se negaba a transigir con nada que no fuesen los ideales del
pueblo, estaba totalmente entregado a la Revolución , decían que era guapo,
y todas sus manifestaciones las hacía en un lenguaje y una formas románticas que
trasmitían “calor” a las gentes. Y su discurso rindió más aún a aquellos
ciudadanos que le escucharon. Era un dios para
ellos.
Dos meses después de ese su gran
triunfo, en Julio, se presento delante de la Convención , digamos que el
multitudinario parlamento que gobernaba el país, para hacer otro discurso, con
sus realizaciones y planes, y sabedor de su magnetismo y de su siempre magistral
puesta en escena, se volvió a presentar con su impecable traje azul cielo y sus
medias blancas, a hablar en la tribuna de oradores. Iba a exponer sus planes
sobre el final del reinado del Terror, como tema estrella, y durante tres horas
habló de realizaciones y éxitos, así como de los enemigos y obstáculos que había
habido en el camino. La reacción fue también entusiasta pero algo menos que dos
meses atrás, ya que a muchos les había cansado la larga duración de su
intervención. Un hombre llamado Bourdon se levantó, y le reprobó tímidamente esa
larga duración y algún otro pequeño aspecto del discurso. De inmediato, otros se
levantaron, le acusaron de vaguedad en su mensaje, de omitir los nombres de los
enemigos del pueblo, y acabó siendo abucheado.
En dos días, fue guillotinado, entre
el regocijo popular. No solo para los integrantes de la Convención , sino para su querido y
amado pueblo que le idolatraba, se había convertido, en dos días, en el
personaje mas odiado.
Su éxito, sus buenas características
personales y su buen hacer, aunque fuese por los medios que fueron, pero en
defensa de la Revolución, habían concitado muchas envidias y el rencor en mucha
gente que solo esperaba su oportunidad. Su destino no fue por el terror que
había implantado, sino, paradójicamente, por la exposición de sus planes para
terminarlo. .
El documento de donde saco esto, que
habla del carisma como uno de los aspectos para seducir, dice: “El carisma es
tan volátil como las emociones que despierta. En la mayoría de los casos inspira
sentimientos de amor. Pero estos sentimientos son difíciles de
sostener”
Esto es solo una muestra de lo que
nos encontramos continuamente en la vida diaria. Si eres como la mayoría, mas o
menos golfo, mas o menos de todo, y pasas desapercibido, no hay mucho problema,
pero como destaques en algo y sobresalgas de esa medianía, van a por ti, eso si,
en cuanto pueden, que mientras te doran la píldora.