domingo, 13 de marzo de 2016

MALOS MAS O MENOS, SEGÚN PARA QUIEN


Hay malos para mi mas que para los demás, y otros que lo son mas para los demás que para mi, como es el caso que hoy me ocupa.

Maximilien François Marie Isidore de Robespierre nació en Arras, al norte de Francia, frente al canal de La Mancha, en 1758, en una familia de juristas acomodados. A los seis años murió su madre. Sobre su padre hay un misterio. Se dice que después de morir la madre, abandono a nuestro protagonista y sus hermanos, otros dicen que no. Se sabe que estuvo en Alemania y otros dicen que se fue al Caribe, … Lo que si parece cierto es que sus dos hermanas vivieron con unas tías paternas y los dos hermanos, con su abuelo materno.

El caso es que, siguiendo la tradición familiar, se hizo abogado y trabajó como defensor de los mas desposeídos, lo que unido a su total oposición a la pena de muerte y sus escritos, le convirtieron en uno de los mas afamados abogados de Arras. Esto le llevó a presentarse a las elecciones para los Estados Generales en 1789, aún antes de la Revolución, y salió elegido diputado, con 31 años, del Tercer Estado. Los Estados Generales eran una especie de parlamento que reunía el rey solo en casos excepcionales y cuando le hacía falta, ya que era rey absoluto y hacía lo que le daba la gana. Tenían tres estados, siendo los dos primeros para nobleza y clero, y este tercero que era el de los representantes de las ciudades.

Ya desde el comienzo se mostró apasionado y sus discursos eran incendiarios, lo que le llevó a ser tachado de extremista. Gran partidario de Rousseau, perteneció desde el principio a la asamblea constituyente de la Revolución y de una forma muy activa, que se dice hizo mas de ciento cincuenta discursos hasta 1791, convirtiéndose en uno de los líderes de la que ya se llamó extrema izquierda de la Asamblea. Perteneció también desde el principio a un grupo que se denominó Amigos de la Constitución, que por fijar su sede en un monasterio de monjes jacobinos, fueron llamados así desde entonces. Este grupo se fue radicalizando y Robespierre se convirtió pronto en su líder. Cuando el rey intentó fugarse de París y fue capturado antes de cruzar la frontera, los acontecimientos se dispararon. Manifestaciones, represión, detenciones, … Marat pasó a la clandestinidad, Danton se refugió en Inglaterra y Robespierre se quedó en París, lo que aumento aún mas su aureola de hombre imprescindible para la nueva situación.

A partir de entonces denunció la guerra contra Austria diciendo que Francia no estaba preparada para eso, formó parte de la Asamblea Nacional cuando ya se decantó la cosa y también formó parte del grupo denominado de los montañeses, porque los sentaron arriba, como hoy aquí a Podemos, y llegó al poder aupado por los revolucionarios en las asambleas de barrio de París (¿a que nos suena?) , primero como miembro de la Comuna Revolucionaria  de París y luego como miembro representante de la ciudad en la Convención Nacional que asumió todos los poderes. Allí fue portavoz de los montañeses junto a Danton y Marat, y se manifestó plenamente republicano. Fueron famosas sus peleas con los girondinos, que eran los moderados y representantes de la región de Burdeos. En 1793, y empujado por las masas en rebelión, que se dice que convenientemente orquestada, dio un golpe de estado y detuvo y encarceló a todos los girondinos, que defendían la idea de un rey constitucional.

Pero la situación era grave por el acoso de otros países europeos con monarquías absolutistas y que querían acabar con aquello y por la inestabilidad interna, por lo que se constituyó el llamado Comité de Salvación Pública, en donde entró Robespierre, convirtiéndose en poco tiempo en el líder del grupo. Este grupo empezó a tomar medidas, sobre todo frente al peligro que representaban los legitimistas, los expatriados en Inglaterra y los alemanes, que eran la principal amenaza exterior, por lo que pensaron que había que utilizar cualquier medida para salvar a Francia. Y dicho y hecho, llegó el denominado periodo del Terror. Y se les fue de las manos, que pronto aquello condujo a ejecuciones en masa de todos los sospechosos de ser contrarrevolucionarios.

Miles de personas fueron guillotinadas, entre ellos muchos campesinos y gente humilde, y Robespierre, que había sido un firme defensor de la abolición de la pena de muerte, se mostró conforme, todo ello por el bien de la Revolución y el bien de Francia. No era un sádico asesino como nos lo han hecho aparecer siempre. Pero Robespierre no era, ni mucho menos, el mas radical en aquel Comité de Salvación, que estaba en el centro, aunque las peleas entre el ala moderada de Dantón y los ultraizquierdista de Hebert, se generalizaron y acabaron con la detención y muerte de esos moderados. Robespierre abogaba por una Francia con los principios de la Ilustración, la instauración de aquello del Ser Supremo para "sustituir" a dios, y un sistema centralista de estado. Pero los antiguos girondinos encubiertos, los partidarios de Danton que quedaban y la extrema izquierda del Comité que se veía cortapisada por Robespierra, empezó a crear una “multitud” de gentes que comenzaron a odiar a Robespierre y en pensar en quitárselo de en medio.

Y se lo quitaron, y en dos días pasó de ser el ídolo mas admirado a ser guillotinado, Y todo porque quería acabar con el Terror y fue acusado de traidor y no se cuantas cosas mas. Pero esa es otra bonita historia que nos enseña que el pueblo es el pueblo.

Para algunos, sin embargo, dicen que su muerte fue debida a que Robespierre quería matar mas aún y dijeron que ya era suficiente, aunque no parece probable que esto fuese así.  La respuesta de las masas, ya se sabe, a lo que las dicen. El caso es que se acabó Robespierre. Su cadáver, junto con los ejecutados ese día, fue metido en una fosa común y rociado de cal viva.


Esta es la historia de un hombre cuyo principal problema fue que siguió sus ideales a costa de todo y eso, ni a Robespierre se le perdonó, que los ideales son algo para tener en la cabeza, hablar de ellos de vez en cuando y ya está. Que la vida es la vida y dejémosnos  de “tonterías”

sábado, 5 de marzo de 2016

PENSAMIENTOS DEL NO


Vivimos por el deseo, deseamos por ilusión, la ilusión es por lo que no tenemos, por lo que soñamos, es algo que nos da calor. Y si no soñamos, no tenemos, y si no tenemos una ilusión, no deseamos y si no deseamos solo pasamos, pero vivir, de verdad vivir, no.

Y si en nuestra verdad no estamos, aunque si lo estemos para el exterior, la verdad solo es mentira y la vida es solo ilusión, que parece realidad a los demás, que a nosotros, no.

Y cuando sin vivir, vivimos, sin morir estamos muertos. ¿O no?

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Todos tenemos nuestras ideas, nuestras convicciones, nuestras verdades. Los otros tienen las suyas. Todos intentamos llevar a los demás, la verdad, la nuestra que es la de verdad, que las de los otros no son verdades. Y las lanzamos seguros de convencer. Y no convencemos, no, que el otro tiene la verdad, su verdad, y lo nuestro no lo es. Y convencerlos, lo que se dice convencerlos, pues no. Nadie convence a los otros con explicación. Pero a veces nos convencen, convencemos. Lo hacemos por seducción. Es el único camino. Otro no hay, no.

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¿Cómo nos seducen, seducimos? La seducción es insinuación y sugerencia implícita. La seducción va al inconsciente que es el que capta la insinuación y la sugerencia implícita. ¿Y por que nos seduce?. Porque ataca nuestras inseguridades, que están en el inconsciente. Y nuestras inseguridades son el no de nuestras convicciones. Y si atacamos al no, también lo hacemos al si, que todo es dual. Y lo atacamos aflorando esa propia inseguridad, y el Dorado recibido. Pero no nos hemos de dar cuenta consciente de ese Dorado, que somos muy nuestros y no queremos nada de nadie. Y al no conocer u olvidar de inmediato el origen de la idea insinuada, la hacemos nuestra y lucha con nuestra verdad consciente.

Pero la seducción es paciencia. Bienaventurados los pacientes porque de ellos será en reino de la convicción. De los no pacientes, no.

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Todos somos narcisos. Todos nos consideramos los mas, o con pocos mas por encima. Primero lo somos de cuerpo y según avanzamos en la vida, lo vamos cambiando a la mente. Nos amamos profundamente. Primero a nuestro cuerpo joven, después a nuestra mente cultivada y experimentada. Cuando vemos lo distinto que piensa nuestro entorno, protegemos nuestra belleza mental. ¿Qué ocurre si nuestro entorno piensa como nosotros?. Que no tenemos que protegernos y nos relajamos, que no activamos nuestras defensas. Y sin defensas nos conquistan. Parécete a quien te interese como a ti mismo y tuyo será el reino de los cielos. Si no, no.


jueves, 3 de marzo de 2016

MI BARRIO Y LOS DE ALLÁ


Es mi barrio un lugar de acomodo. Antes vivían en él, los de aquí, y ahora, la mayoría son de allá, de otros sitios mas lejanos, y muchos de ellos, de allá abajo. Tengo un peluquero que es de allá abajo, que corta el pelo bien y sonríe. Yo le llamo Mohamed, que muchos de allá abajo se llaman Mohamed. Cuando voy a verle, siempre está ocupado con alguien, normalmente también de allá abajo. Le digo que vuelvo en media hora y que me guarde el sitio. Mohamed sonríe y me dice que de acuerdo. A la media hora vuelvo y Mohamed sigue ocupado, por lo que me siento y espero otra media hora. Si me quedase al llegar la primera vez, también esperaría media hora. Luego Mohamed me corta el pelo y me recorta la barba, y como es buen peluquero, me lo deja bien o, al menos, como yo quiero, que lo de bien y mal es siempre relativo. Luego le pago, me sonríe y me voy. Volveré a ver a Mohamed en unas semanas para que repita la faena.

Hay también un chino en mi barrio al que llamo Mustafá, que no es chino sino también de allá abajo. Y le llamo Mustafá porque empieza por “M”, aunque eso de Mustafá creo que es mas de la derecha según se mira al mapa que de allí abajo, pero suena un poco a lo mismo y también empieza por “M” con que así no me lÍo. Mustafá es mas serio aunque hace bien de chino, que es todo un arte. Hacer de chino sin serlo tiene un gran mérito. Vende las cosas propias de su chinez y entro de vez en cuando, la mayoría de las veces, no porque necesite nada, sino para comprar algo que no necesito pero que es barato. Tengo menos confianza con Mustafá que con Mohamed, aunque los dos empiecen por “M” para no liarme.

Hay otros de allá abajo, bastantes, que se mueven por el barrio, pero a esos no los he puesto nombre que no los trato. Si se lo pusiera, empezaría por “M”. Son buena gente en general aunque bastante machistas, que para eso son de donde son, que allí está mal visto ser de otra forma. Muchos están desocupados que eso del empleo está chungo. Claro que mas chungo está allá abajo, y por eso se vinieron. Y supongo que también porque es una escusa para salir de allí.

Además de los de allá abajo, los hay de otros sitios. Bastantes son chinos de los de verdad, no como Mustafá. Son de ojos achinados, serios y al moverse me recuerdan a las hormigas, ordenados, lentos pero ligeros y con pinta de ser eficaces. La mayoría de las tiendas de los de antes de aquí, son ahora de los que no son de aquí, y principalmente de los chinos. Los hay también de otros sitios pero a eso se les conoce menos por el aspecto. Luego, si hablas con ellos ya les vas situando.

Los de aquí, los de antes, se van muriendo y no son sustituidos por otros de aquí, por lo que no está mal que los que no son de aquí, vengan a ocupar los sitios que dejan vacíos, que si no, serían las ratas las que ocuparían esos lugares. Por eso, aunque les critican, yo les aprecio y les agradezco que nos hagan compañía. Dentro de poco, la mayoría no serán de aquí, ya que los de aquí no estaremos.


Muchas cosas se pueden contar de mi barrio, que ahora está de moda, pero hoy solo nos hemos limitado a hablar un poco de los que no son de aquí. En otra ocasión hablaremos de otras cosas.

martes, 1 de marzo de 2016

DON PELAYO I DE ASTURIAS


Bueno, vamos a comentar algo de don Pelayo, que cada vez que digo este nombre, recuerdo que en la OJE (Organización Juvenil Española), que era la juventud falangista, había diversas categorías por edades, y una era la de los pelayos, aunque la mas popular fuese la de flechas. Recuerdo aquello de “lanzate al cielo, flecha de España, que un blanco has de encontrar, y han florecido rojas y frescas las flechas de tu haz”. Era lo que se llevaba en mi infancia.

En la última época visigoda anterior a la invasión, el territorio estaba dividido en comarcas o condados, con un conde a la cabeza. Con la invasión, los árabes apresan o matan a los nobles y condes, dejando tranquilo al pueblo para que siguiese trabajando la tierra, que no eran tontos y no lo iban a hacer al revés. Por tanto, son escasos los nobles y condes que se libran, y los que quedan, generalmente, son de territorios en los que, por la dificultad orográfica o por el escaso valor económico, son dejados de lado o para mas tarde por los invasores. Estos condes, al no tener una autoridad superior, rápidamente se autoproclaman duques o reyes, que les sale gratis y nadie dice ni pío. Y en las comarcas (“co” de conde o condado y “marca” que era el nombre de las comarcas antiguamente) donde el conde ha desaparecido, alguien de la nobleza toma posesión. Todos estos territorios se convierten en pequeños estados que hacen la guerra al invasor como pueden, generalmente con pocos medios

En el territorio que nos afecta, esa parte muy montañosa de Asturias, no tienen conde y se aprestan a poner uno, y los pocos nobles y poderosos que quedan por allí seleccionan a uno con linaje real, ya que cuanto mas “pedigrí”, mejor, y la elección cae en el Duque de Cantabria, hijo de un Favila, padre de otro Favila y nieto del rey godo Recesvinto. Esta es la versión del origen mas probable de Pelayo, aunque no hay nada seguro de toda aquella historia. Los árabes, sin embargo, le llamarán El Rumí, el romano.

Parece que Pelayo nació en Tuy, fue rey a los 23 y murió a los 44, que en aquel tiempo se duraba poco. Según crónicas árabes, hubo una insurrección en Cantabria, y durante la represión, Pelayo huyó a los montes asturianos, de ahí que se encontrase allí cuando hizo falta un rey. En el tema de Covadonga parece que hubo nobles visigodos, aliados de los árabes, implicados, que debieron ayudar o espiar para Pelayo ya que después de la escaramuza de Covadonga, fueron degollados unos cuantos, entre otros algunos famosos por otros temas que ahora no vienen al caso, como el conde don Julián o don Oppas. Y llamo a lo de Covadonga, escaramuza, porque parece que fue eso, una simple escaramuza en la que una columna de moros que buscaban a los rebeldes, cayeron en una emboscada de Pelayo y sus chicos, siempre sin olvidar a apóstol Santiago Matamoros y su caballo blanco. Pero esta escaramuza se “convierte” en gran batalla que al ser el comienzo o renacer de esto llamado España, había que darle la categoría debida.

El caso es que Pelayo murió a los 44 como digo antes, y le sucedió su hijo Favila, que también tiene una leyenda asociada, la de que fue muerto por un oso, Se basa esto en un capitel en el que en cuatro escenas se cuenta esto. Parece mas probable que muriese en un combate de honor con alguien llamado Ursus. Pero vaya usted a saber.

Fue éste sucedido por Alfonso, el marido de una hermana de Favilín y yerno de Pelayo, y que accedió al trono con el nombre de Alfonso I. Por aquel entonces, el territorio cristiano asturiano se había ya expandido por el norte, siempre en torno a las montañas, que los árabes no tienen en su pueblo muchas, y aquello de las peleas en estas zonas no se les debía dar especialmente bien.


Y ya dejo la historia hasta que se me ocurra otra.