Empezaré por el escrito que dio lugar a este, y aquí va.Esta hecho en una madrugada cualquiera, de las que yo uso para perderme un poco de la vida, y que son mi espacio natural.
Hoy, en mi madrugada, me he
levantado con sosiego, paz y armonía. Hasta, creo, que con una sonrisa, esa tan
difícil en mi. Pero este mundo en el que vivimos, tiene la enorme facilidad de
cabrearme y dispararme sin que me de cuenta. Por supuesto, sin motivos y porque
soy muy raro.
Me he sentado en el ordenador, que
es lo que siempre hago al levantarme a estas horas, y he mirado el móvil, como
algo automático que siempre hago cuando hace un tiempo que no lo miro. Y un
breve vistazo ha servido para cabrearme y dispararme, como casi siempre. Allí
estaba, inamovible, dura como un canto rodado, imperturbable, como todo lo
relacionado con Orange, MoviStar, Vodafone, Sony, Sanyo, y demás especímenes indeseables, para mi,
hoy, de lo mas despreciable de nuestro mundo. Allí estaba Sony Xperia Lounge
(ofertas). Por más que rechazo las actualizaciones, no hay forma. Por más que
entro para tratar de cargarme esa bazofia, no lo consigo.
Se me ocurre buscar en Internet por
la solución y me encuentro que dicen esos que saben:
“Que
sepa yo, solo se puede con root” y
luego:
“vaya..... es que no quería rootearlo por el echo de
si en algún momento tengo que mandarlo a garantía del fabricante, van a ver que
esta rooteado y me deniegan la garantia
Y después:
“Sony no te pone pegas por un móvil rooteado. Te las
pone si abres el bootloader. Así que no te preocupes. De todas formas lo que te
han dicho, se lo puedes quitar cuando quieras flasheando cualquier ftf
stock.”
Para rematar
con:
“Hay
una opción un poco mas sencilla, de cualquier manera para rootear
debes usar Flashtool. Busca un firmware (.ftf) que sea para tu
modelo”
Y entonces, definitivamente, me
acuerdo de su puta madre.
O sea, que tu tienes un móvil, que
ha costado una pasta, que pagas todos los meses, y que si no quieres estar
bombardeado por ofertas todo el puto día, pues te jodes y bailas. Porque a estas
alturas de mi vida, los “rooteos”, el “bootloader”, el “flalsheado” y todos los
“ftf.stock”, ni se lo
que son, ni me importan nada, ni estoy dispuesto a entrar en ellos. Es por eso,
que la única salida que le queda a mi mente, es acordarme de su puta madre, como
he hecho, como un mero vehículo de esparcimiento y desahogo. Pero el Lounge de
los cojones, lo tendré omnipresente en mi móvil cada vez que lo mire. Es por
cositas como estas, que no me gusta el mundo de hoy, y que no me importaría
volver a la paloma mensajera.
El único consuelo es que, por mucho
que Sony insista, no voy a aceptar en mi vida, nunca, nunca, nunca, una puta
oferta de la
Lounge esa.
Y la única conclusión es que al
ciudadano le dan por culo, si o si, por mucha madernidad, muchas maravillas del
mundo actual, mucha democracia y mucha protección al consumidor que haya. Como
casi todo, la mentira y el poder hacen de nosotros meros títeres de los que
tienen “la sartén por el mango y el mango también”, como decía el estribillo
aquel de hace mas de cuarenta años.
Y cuando pienso en las pobres
abuelas de antes, esas que a duras penas leen de corrido, y que tienen un móvil
por si teien que llamr urgentemente a sus hijos, y me las imagino leyendo “Una
actualización pendiente para Xperia Lounge (ofertas)”, día tras día, a cada momento, me dan ganas
de llorar y considerar a esta banda de hijos de Satanás, como meros genocidas.
Y para despedirme, solo desear, como
hago tantas veces, que revienten. Y si con este deseo, soy yo el genocida, o al
menos intransigente, inaguantable, incorregible y media docena de “in” más, pues
me importa un “güevo·”. Si fuese yo ese dios de la Biblia , tal vez lo mío se podría
califica de la justa ira divina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario